Benethor "el bendecido"

¿Que quien es? No os lo puedo decir lo siento. Pero puedo deciros dos cosas, como lo conocí y cual debe de ser su verdadera naturaleza. Estaba yo con una criatura multiforme compuesta por dieciséis piernas y brazos, ocho cabezas humanoides  cubierto todo de gusanos. Un torso monstruoso y cadavérico al que las tripas le mutan constantemente y le musculas dando golpes con esos intestinos llenos de bocas por todas partes.
Y lo mas asqueroso de todo, es que no tiene piernas, es una babosa...Es lo que mis compañeros y yo, llamamos burdamente "un agusanado".
Voy corriendo hacía ella, pero cuando e vengo a dar cuenta, la tengo encima. Todo se vuelve oscuro y la criatura me envuelve. No es la primera vez que me enfrento a un "agusanado" así que se perfectamente lo que ha pasado, estoy dentro de ella.
No solo se alimentará de mi, también se reproducirá conmigo.
-Oh dioses! No puedo permitírselo-me digo a mi mismo.
Si llegase a reproducir algo a partir de mi, el poder de la criatura sería equivalente al mio propio y eso no puedo permitirlo, otra vez.
Me concentro y todo mi cuerpo se vuelve incandescente. Oigo chillar a la criatura, pero si bien se debilita, yo estoy mucho mas débil y me temo que voy decayendo por momentos.
En las ultimas me hago paso con mis manos al rojo, y cabo a través de sus paredes de carne dejando un rastro de cauterización.
Consigo sacar la cabeza, y respiro. Veo que Grand no ha estado perdiendo el tiempo. Y cuando la criatura vomita un huevo (una amenaza potencial dado que la criatura me estaba clonando) Grand lanza una antorcha con una precisión limite que ensarta el huevo y lo incinera. Blande su lanza y mantiene a raya las múltiples ráfagas de intestinos que la criatura proyecta sobre el y tiene para poder ayudarme.
Cuando tengo oportunidad, exploto en llamas que fulminan por completo el lado derecho de la criatura.
-ya casi la tengo-esta funcionando.
Otorgo propiedades defragantes a los huevos que caen desprendiéndose de mi. Y corro para alejarme. La fatalidad llega de manera contundente. Una ráfaga de intestinos me ensarta como un espeto.
Me eleva en el aire y siento dolor. Mucho dolor. Soy incapaz de hacer nada, mi vida se escapa y me abandona. Al final, a sido un "agusanado".
Y de repente...llegó Benethor "el bendecido".
No se muy bien que ha pasado, pero de repente estoy con los pies en el suelo y en perfectas condiciones.
Hay un monje con nosotros y yo creo que debe de tratarse se un dios, por ello insisto en que me diga su nombre. Hace frente a la criatura y juntos acabamos con ella sin ningún tipo de problema...
Arde en una luz pura y sagrada. Enaltece lo bueno y abrasa lo malvado...

-Quizás no sea un dios, pero debe de ser lo que los hombres llaman Angel-